Cómo cambia todo, a qué velocidad. No hace tanto, tener un blog era lo último. Hoy, ya es cosa del pasado. O casi.
Hace un par de semanas, los padres de uno mis alumnos vinieron a hacerme una consulta de uno de mis artículos del blog. Su hija, de seis años, como suele pasar, parecía estar jugando, atenta a sus cosas, cuando en realidad a lo que estaba prestando atención era a la conversación de los mayores.
En un momento dado no pudo reprimirse y nos interrumpió: