Hola de nuevo, en el artículo de hoy quiero presentaros varios aspectos sobre cómo enseñar a leer y en particular sobre cómo enseñar a leer a un niño. Siguiendo las pautas que veremos facilitaremos el despertar en el niño de su interés por aprender a leer.
Como en todo, la actitud y ejemplo de los padres es un elemento esencial si queremos estimular el aprendizaje de la lectura. Convirtiendo sus primeros pasos con la lectura en una actividad divertida y acorde con la edad y personalidad del niño favoreceremos enormemente su progreso.
Veamos a través de seis simples pero tremendamente efectivos consejos qué comportamientos del padre y de la madre pueden tener un impacto más positivo durante el proceso de aprendizaje del niño.
Tabla de contenidos del post
Haz de la lectura algo habitual en su vida
Construye un entorno en el que el niño conviva con la lectura y la escritura desde pequeño. Es importante que el niño/a perciba que estas actividades forman parte de manera natural de la vida diaria de la familia; para ello es importante que vea a sus padres leer y escribir, que vean que hay libros y cuentos en casa. Y no menos relevante es que poco a poco vayamos introduciéndole en la dinámica lectora: que les hagamos fijarse en los carteles de la calle y les expliquemos lo que pone en los mismos, que vean su nombre escrito, etc.
Léele desde pequeño
Lee en voz alta a los pequeños desde bebé. Leyendo en voz alta contribuirás al desarrollo del lenguaje y del pensamiento del niño/a y favorecerás su futuro aprendizaje de la lectura. Además conseguimos que vean la actividad como algo cotidiano, y contribuimos a establecer vínculos ya que es una actividad que compartimos con ellos.
Convierte la lectura en un juego compartido
Lee junto con el niño/a. Cuando el niño/a está aprendiendo a leer, es esencial que no lo perciba como algo extremadamente difícil o como una actividad aburrida y obligada. Para ello debemos convertir esos primeros pasos en una actividad conjunta, interesante y divertida. Comparte con él sus primeras lecturas y ayúdale a superar las dificultades que vaya afrontando. El niño/a se verá acompañado en el proceso de aprendizaje y se sentirá respaldado y motivado.
Material de ayuda como el que describo en mi artículo sobre los mejores libros para aprender a leer serán extremadamente valiosos en estos primeros pasos (en el artículo encontraréis mis recomendaciones tras años de experiencia como docente infantil en torno a qué libros y material de apoyo pueden ser los más adecuados para agilizar y hacer más eficaz y divertido el proceso de aprendizaje de la lectura).
Déjale experimentar
El aprendizaje se basa en la experimentación. Ánima al niño/a a que experimente libremente, a que intente leer aquello que encuentre en su camino: etiquetas del paquete de cereales, el cartel de la calle, etc. Todo lo que podamos emplear es bueno y ayudará a que el niño/a vea la lectura como algo presente en todo lo que le rodea. Cuando lo haga, deja que lo haga a su ritmo y a su manera. Que no sienta presión ni que debe ajustarse a un método reglado. Que juegue con la posibilidad de leer todo lo que le rodea: el niño/a entenderá la utilidad y las múltiples posibilidades de la lectura y del mismo modo se despertará su interés y curiosidad por conocer los secretos que esconden las letras.
Adáptate a su ritmo
Todo proceso de enseñanza debe adaptarse al alumno y el aprendizaje de la lectura no es una excepción: debes tener en cuenta la edad y el nivel de desarrollo del niño/a. El aprendizaje es un procesos personal y cada niño lo irá desarrollando a su propio ritmo. Es importante tener en cuenta este aspecto, evitar precipitarnos e ir progresando en el aprendizaje conforme el niño vaya mostrando más curiosidad e interés por aprender.
Premia, no castigues
Un aspecto en el que muchos padres y tutores fallan: debes afrontar el proceso de enseñanza valorando y reconociendo más los aciertos que los errores. No prestes demasiada atención a los fallos que cometa el niño/a, siempre que aprendemos es habitual equivocarnos. Debemos apreciar positivamente los progresos que el niño vaya consiguiendo y restar importancia a aquello en lo que se equivoca. Cuando tengas que corregirle, hazlo de manera indirecta: «¿seguro que es así?» en lugar de modo directo «eso está mal«.
Gracias por la guía. Tengo un niño de 4 años y trataré de poner en practica tus consejos!
Muy bueno, gracias .
Hola Estoy muy contento de haber encontrado este blog ya que me va ayudar en el como trabajar la enseñanza de leer y escribir…