¡Feliz año nuevo a todos! Este es el momento perfecto para reflexionar sobre lo que queremos lograr en los próximos meses y fijarnos un objetivo concreto. Tener un objetivo nos da una dirección y nos motiva a avanzar hacia él. Además, alcanzar un objetivo nos da una sensación de logro y nos hace sentir más satisfechos con nosotros mismos.
Pero, ¿cómo elegir nuestro propósito para este 2023 que acabamos de estrenar? Primero, es importante que sea algo que realmente te importe y te motive. Si no estás comprometido con tu objetivo, es muy probable que te desanimes y lo dejes de lado. También es importante que sea algo alcanzable, pero que también te desafíe. Un objetivo demasiado fácil no te dará la satisfacción de haber logrado algo importante, mientras que un objetivo demasiado ambicioso puede ser desalentador.
Y, ¿adivináis? Tengo el propósito de año nuevo perfecto para estos primeros meses del 2023: darle un empujón a la capacidad lectora de vuestros pequeños, ya sea con sus primeras palabras para los que todavía están comenzando o tratando de reforzar el hábito lector en aquellos más avanzados.
Sé que me repito, pero como padres es importante fomentar el hábito de la lectura en nuestros hijos desde temprana edad. Leer no solo es una actividad divertida y relajante, sino que también tiene múltiples beneficios para el desarrollo cognitivo y personal de nuestros hijos.
En primer lugar, la lectura fomenta el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Al leer, los niños tienen la oportunidad de aprender nuevas palabras y comprender su significado en el contexto de una historia. Además, la lectura les permite mejorar su capacidad de expresión y escritura, ya que están expuestos a diferentes estilos y estructuras de lenguaje.
En segundo lugar, la lectura promueve el aprendizaje y la comprensión. Al leer, los niños tienen la oportunidad de aprender sobre una amplia variedad de temas y conceptos. Esto les ayuda a desarrollar su curiosidad y a adquirir nuevos conocimientos de manera efectiva. Además, la lectura les permite practicar la atención y la concentración, ya que deben prestar atención a la trama y a los detalles de un libro.
Por último, la lectura también puede ser beneficiosa para el desarrollo emocional de los niños. Al leer, los niños tienen la oportunidad de ponerse en el lugar de otros personajes y experimentar sus emociones. Esto les ayuda a desarrollar su empatía y a comprender mejor los sentimientos de los demás. Además, la lectura puede ser una actividad tranquilizante y relajante, lo que les ayuda a manejar mejor sus propias emociones y a reducir el estrés.
En el blog encontraréis múltiples artículos que os ayuden en vuestro propósito de año nuevo: desde esta entrada en la que hablábamos sobre los mejores libros para aprender a leer, esta presentando los mejores consejos para enseñar a leer a un niño, esta otra explicando cuánto tiempo debemos dedicar cada día a enseñar a leer a nuestro hijo, esta mostrando cómo elegir libros infantiles o, una de las más populares, la que introduce el plan de los 66 días para conseguir que tu hijo lea.
Revisad todo el material, planificaos y comenzad a trabajar, tan simple como eso. Y, sobre todo, perseverad, ¡no os rindáis! Sin duda es un objetivo retador, pero con determinación y dedicación, ¡podéis lograrlo!