Problemas para leer en niños: cómo detectarlos y tratarlos

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Los problemas para leer son dificultades que se presentan a cualquier edad (si bien nosotros nos centraremos fundamentalmente en el caso de niños) y se caracterizan por una dificultad para descodificar la palabra escrita y/o de comprender lo que se está leyendo.

Pueden presentarse como una falta de fluidez al leer, omisiones, sustituciones de letras o palabras y falta de comprensión de lo leído. En ningún caso se deben asociar con la falta de voluntad para aprender o con la poca inteligencia. Para superarlos, puede que se necesite apoyo especializado y la consulta con un profesional.

Síntomas de los problemas con la lectura

Las dificultades en la lectura se pueden identificar con distintas señales, que además suelen variar según la edad de la persona:

  • Dificultad para pronunciar las palabras. Puede percibirse fácilmente cuando la persona repite la palabra que le plantea dificultades de distintas maneras hasta lograr la articulación correcta.
  • Problemas para reconocer letras, sonidos y combinaciones de palabras. Se puede presentar incluso con palabras u oraciones sencillas.
  • Lectura lenta. El niño, adolescente o persona carece de fluidez y naturalidad al leer, problema que se acentúa cuando lee en voz alta (motivo por el que de manera general el niño trata de evitar leer en público).
  • Problemas para deletrear. Se observa un esfuerzo para hacer coincidir los sonidos con las letras de forma apropiada.
  • Dificultades de comprensión. Una persona con problemas de lectura no entiende lo que lee y le cuesta memorizar datos sencillos.

En los niños y adolescentes en los que se detecte alguno de estos problemas para leer pero que no presenten dificultades previas de aprendizaje se debe evaluar como veremos más adelante impedimentos visuales, auditivos o de conducta. También, se debe considerar factores como la falta de práctica, dificultad logopédica para pronunciar un fonema específico y/o trastornos neurológicos o emocionales, entre otros.

Principales problemas para leer y sus causas

Existe una amplia variedad de trastornos que pueden traducirse en que el niño presente problemas para leer. De entre las dificultades más frecuentes podemos mencionar:

  • Lectura lenta e insegura, generalmente asociada a una comprensión limitada de lo leído. Puede venir acompañada de la omisión de palabras o de la alteración de su orden. Puede ser un síntoma claro de que el niño sufre dislexia.
  • Lectura disrítmica: hace referencia a una lectura sin pausas, orden, respeto de los signos de puntuación, a ratos lento y en otros momentos muy rápido.
  • Lectura arrastrada: cuando el niño no logra entender lo que lee y necesita releer el texto en varias ocasiones para llegar a comprenderlo.
  • Lectura repetida: cuando el niño repite las primeras sílabas de las palabras.
  • Lectura bradiléxica: cuando el niño lee sin errores, pero muy lentamente.

Además, debe considerarse el mejor o peor desempeño del niño frente a diferentes opciones de lectura: tipología del texto, tipografías, textos manuscritos o textos en letra de imprenta, letras en mayúsculas o minúsculas, etc. Establecer si la dificultad se presenta de manera generalizada o se concentra o acentúa para un tipo de texto particular puede ayudar a delimitar la naturaleza y severidad del transtorno.

Las causas que subyacen bajo estas dificultades pueden ser múltiples y muy diversas, de ahí la importancia de detectarlas cuanto antes para poder aplicar el tratamiento corrector que corresponda en cada caso:

  • Problemas visuales: es una de las causas más comunes. La dificultad de diferenciar e identificar correctamente las letras se traduce obviamente en problemas para leer correctamente. 
  • Trastornos auditivos: pueden dificultar el procesamiento y comprensión de la información leída, particularmente si lo hacen en voz alta. Pueden igualmente afectar a la correcta pronunciación. 
  • Dislexia: un trastorno específico del aprendizaje que se caracteriza por un deterioro en la capacidad de reconocer palabras, lectura lenta e insegura y escasa comprensión. Este trastorno del neurodesarrollo se calcula que afecta aproximadamente a uno de cada diez niños.
  • Déficit de atención por hiperactividad: influye en la concentración para leer y en actividades que requieren de máxima atención. Por lo general, el niño muestra inquietud, nerviosismo y frustración y puede manifestar una conducta evasiva hacia la lectura.
  • Factores externos como puedan ser experiencias negativas del niño en el proceso de aprendizaje con profesores o compañeros de clase.

Consecuencias de los problemas de lectura

Las consecuencias inmediatas de los problemas de lectura en niños se evidencian en su nivel de motivación, circunstancia que a su vez puede traducirse en diferentes comportamientos anómalos y no deseados:

  • Reducción del nivel de interés hasta el punto de mostrar aburrimiento en clase, falta de concentración, no realizar los deberes y tareas asignadas y, con todo ello, disminución del rendimiento escolar. 
  • La percepción de no estar al nivel de sus compañeros y el miedo o vergüenza ante este retraso respecto a la media puede derivarse en una baja autoestima, un progresivo aislamiento social y una mayor dependencia para con sus padres.

El impacto sobre el niño de estas dificultades puede ser tremendamente significativo, por lo que debemos adoptar las medidas y tratamientos correspondiente tan pronto como detectemos algún problema. A medida que el niño crece, si no recibe el tratamiento adecuado, la condición puede agudizarse y con ello su impacto en las capacidades y consecuencias sobre el niño.

Problemas para leer
Los problemas para leer pueden tener un impacto muy significativo en el niño

Cómo detectar problemas de lectura en el niño

El diagnostico de los problemas de lecturas se realiza según la edad del niño. Por lo general, se compara el desempeño del niño respecto al avance de sus compañeros de escuela de su misma edad mediante pruebas formales. En todo caso, los padres o profesores pueden anticipar la detección de estas dificultades ante la aparición de ciertas señales. Algunos ejemplos de referencia en función de la edad de estas advertencias son:

  • Niños menores de 5 años: incluso a edades tan tempranas, cuando el niño comienza a dar sus primeros pasos como lector (típicamente con su primera cartilla de lectura), conviene observar ya si el niño tiene problemas con la pronunciación de algún fonema y si cambia el orden de las letras o lee de modo entrecortado.
  • En niños de entre 6 y 9 años las dificultades, por lo general, se asocian a la comprensión lectora del niño. Es en esta franja de edad cuando típicamente los problemas pueden comenzar a intensificarse.
  • A los 9 años, los niños con trastornos de lectura se muestran desinteresados y con muy bajo rendimiento académico. Se pueden volver apático y mostrar problemas de autoestima.
  • Después de los 12 años el fracaso escolar e incluso los trastornos depresivos y la introversión pueden venir originados en problemas con la lectura.

¿Cómo ayudar a un niño con problemas para leer?

Los problemas de lectura son dificultades que se deben tratar de forma integral tanto desde la familia como desde la escuela. Al afectarse el aprendizaje es posible que surjan todo tipo de circunstancias que deben abordarse con paciencia y apoyo hacia el menor. Por ello, la ayuda debe articularse desde distintos frentes:

1. Evaluación profesional profesional

Si las dificultades persisten en el tiempo, detectamos algunos de los síntomas que hemos presentado anteriormente, o en la escuela se observa un desempeño marcadamente inferior al de sus compañero es imprescindible consultar con un especialista.

El niño o adolescente debe ser evaluado por un profesional para hacer una estimación neuropsicológica dirigida a identificar las causas raíz del problema y estimar el retraso respecto al nivel promedio para elaborar un plan personalizado y eficaz. Puede que se necesite apoyo médico, psiquiátrico, o de logopedas entre otros profesionales.

2. Apoyo activo en el hogar y en la escuela

El apoyo en el entorno familiar es esencial. El niño debe percibir que el tratamiento que tendrá que desarrollar siguiendo las pautas del profesional no es una labor individual, sino que su entorno más próximo participa de la misma. La supervisión de su esfuerzo y el acompañamiento adecuado de su progreso es una responsabilidad clave que los padres tendrán que asumir.

Es igualmente importante hacer partícipe al centro educativo de las dificultades detectadas en el niño (si es que éstas no se han detectado en la escuela) y del diagnóstico y tratamiento en curso.

El niño necesita sentir el apoyo de sus padres y maestros. Por ello, un aspecto que se debe cultivar es la resiliencia, la capacidad para superar o recuperarse ante una circunstancia. El niño debe entender que, aunque le cueste un poco más, con esfuerzo podrá superar estas dificultades.

En resumen, los problemas con la lectura pueden ser causados por distintos trastornos que afectan al niño. Es una condición que requiere en muchos casos de ayuda profesional, paciencia, esfuerzo, y motivación y apoyo del entorno del niño, particularmente del más próximo. Con trabajo y las pautas adecuadas, sin embargo, el niño superará estas dificultades.

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